TAIGA Conil

-

Alquilamos un Glamping Tipi Pinar porque aceptaban mascotas pero cuando llegamos nos encontramos con que no había aire acondicionado. En pleno agosto esto es un gran problema ya que con el pequeño ventilador que hay no es suficiente. Durante el día es imposible estar en la tienda. En cuanto al camping tiene piscina, aunque pequeñita y se pone muy llena. En la parte exterior de la piscina (separado por una valla) hay una zona con unas 8 tumbonas para poder estar con tu perro (solo puede estar en esa zona, no puede entrar en la zona de la piscina). El problema que tuvimos fue que la gente usa también esas tumbonas sin perro y no pudimos tumbarnos ni sentarnos cerca de la piscina. Creemos que deberían indicar que la zona esa es especifica para ir con perro. Personal muy amable y resolutivo. Tuvimos un problema con un cobro que nos hicieron erróneo y nos lo solucionaron al momento. El perro puede estar suelto cosa que se agradece.

Nos ha gustado mucho la experiencia en Taiga Conil, la verdad que no hemos hecho mucha vida en el camping solo hemos parado a dormir y poco más. Las cabañas estaban muy bien, son muy bonitas y tienen mucha sombra, además de sus mesitas y sillas para poder comer o simplemente tomar el aire. Los baños estaban bien, quizás en la zona duchas falta un poco más de limpieza. En cuanto a la tienda estaba bien tienen muchas cosas, con respecto al bar genial, destaco la amabilidad y el buen trato de José Ángel y su mujer, tienen unos desayunos riquísimos. Estoy segura que repetiremos el próximo año.

Camping tranquilo. Zona de acampada pequeña pero acogedora. Zona glamping preciosa. Los cottage espectaculares. Rocio de la animación encantadora y los niños, felices!!!! Yolanda, la chica del turno de noche, cumple perfectamente su trabajo y se puede descansar de noche (la noche que no estuvo,se notó bastante). Limpieza general muy buena, pero a veces los baños regular. Los chavales de mantenimiento, chapó A mejorar: WiFi (importante), faltaría zona deportiva (alguna canasta o porteria). Volveremos porque el balance es muy bueno.

Camping pequeño y familiar, las parcelas, son bastante amplias y sombreadas por pinos naturales, nada de toldos y esas cosas, el personal muy atento, mi hija se vino encantada con la animadora, la chica era un encanto la verdad, la única pega en cinco días fue uno, que el personal del restaurante estuvieron hablando y casi gritando al terminar su trabajo, sobre la 1 de la noche, entiendo que después de un día duro se relajen un rato antes de marchar, por supuesto que si, pero al igual que todo el camping con un poco de cuidado ,mi parcela estaba cerca y no veas... Por otro lado los baños están bien y la piscina, no se si era por la levantera o que, pero el agua no estuvo todo lo transparente debería

Experiencia ideal, en el supermercado y el restaurante muy simpáticos.